La inclusión educativa, un desafío para la fundación Cristo Joven
La ejecución del proyecto de reinserción educativa de la
Corporación Cristo Joven durante los tres últimos años ha consolidado la experiencia como una oferta pertinente y
necesaria para la comuna de Peñalolén, ocupando un lugar central en la red
local, como NODO que genera y articula una alternativa educativa eficaz que
permite RECUPERAR y/o MANTENER trayectorias educativas para quienes el sistema
formal de educación no logra retener, lo que se confirma en la permanente
demanda de cupos, tanto espontánea como desde organismos especializados de la
RED SENAME.
La sede del proyecto convoca a niños, niñas y jóvenes de los
cuatro sectores de la comuna y de
comunas aledañas, al punto de contar durante todo el año con lista de espera.
Esta experiencia recoge la trayectoria de profesionales que desde el año 1991
vienen desarrollando intervenciones socioeducativas con niños, niñas y jóvenes,
detectando ya entonces cómo en sectores populares una gran mayoría de las
personas menores de 15 años viven exclusión educativa. Es así como venimos
desarrollando hace más de 20 años diversas experiencias que intentan prevenir
la exclusión de la escuela, o recuperar las trayectorias educativas
interrumpidas, entendiendo que el ejercicio del derecho a la educación es la
antesala para el ejercicio de otros derechos, como la iniciativa, la expresión,
la organización y la participación social.
Nuestros programas están dirigidos a personas en pobreza o
indigencia. Es en esta población que está el reto mayor. Para superar la brecha
de la desigualdad tenemos que comenzar por garantizar el acceso a los bienes y
servicios a los más pobres. La educación es la entrada principal al mundo de
las oportunidades en la sociedad del saber. Hay una coincidencia entre menor
educación y mayor pobreza, que se reproduce.
Tenemos conciencia de que la justicia social tiene como
prerrequisito: la justicia
educativa, y sabemos que garantizar una
educación de calidad a los pobres es el camino para la equidad social. Esto
tiene más peso cuando se dice en un país tan desigual como el nuestro. Se trata de promover la transformación hacia una sociedad
más justa desde la educación. Por eso requerimos una propuesta de educación para todos y todas. Para iniciar
este proceso proponemos las siguientes ideas fuerza:
Aportar a la construcción de comunidades que reconocen los
saberes y a la promoción de una sociedad del saber. Esta es una visión integral, que supone el conocimiento y la información pero implica
primordialmente otros saberes, relacionados con los valores de los derechos
humanos y con nuestras relaciones con la naturaleza, con las personas y con los
procesos históricos. Se valora el saber de las culturas originarias, pre-modernas, la experiencia de vida de todos y todos. Se concibe la dimensión integral de la persona
humana como sujeto y no sólo como productor, concibiendo la vida social como
una compleja red de relaciones. Así, la educación podría aportar aun desarrollo
con rostro humano en el que entran la cultura y la democracia, los derechos de
la personas y sus afectos, el equilibrio con la naturaleza y el reconocimiento
de la diversidad.
Concebir el rol educador mucho más allá de la transmisión de
información. Centrarse en enseñar a aprender, a comunicarse, a descubrir, a
crear, a transformar y a convivir. La educación a la que
aspiramos nace desde el afecto y la relación entre las personas que participan
en el proceso educativo; los educadores y educadoras debemos acoger , aceptar
tal como es, profundizar nuestro conocimiento y comprensión del ser del
educando y relacionarnos de persona a
persona, desde nuestra historia y desde nuestra emoción y relevando las
emociones y la historia personal de los sujetos; se educa en un contexto
amoroso, preparado para educar, dónde la persona que se educa experimenta la
dignidad de ser humano, hombre o mujer, y donde las relaciones son
democráticas, amistosas y no amenazantes.
Reflexiones en torno a la forma y estrategias de la intervención socioeducativa
Nuestroconcepto de educación se refiere en primer lugar al reconocimiento de la dignidad y valor intrínseco del ser humano; entonces el acto de educar se refiere al proceso que se orienta al descubrimiento, fortalecimiento y desarrollode las capacidades, habilidades y potencial de las personas. En su acepción etimológica educar significa “sacar a la luz” y esto es precisamente lo que nos moviliza en nuestro proyecto: sacar a la luz el potencial, las capacidades y habilidades de niños, niñas, jóvenes y familias que viven en condiciones de pobreza y desigualdad.
Buscamos educar ciudadanos y ciudadanas. Educamos para la vida, lo que incluye el logro de destrezas y la formación para el trabajo, pero no se agota en esa dimensión.
Nosotros queremos enfocar nuestro quehacer desde el enfoque de derechos, entonces, los roles fundamentales son los de participación y transformación social. Promovemos las actitudes colaborativas, el desarrollo de identidadescolectivas, la capacidadde análisis y reflexión de la realidad y la capacidad de organizarse para resolverproblemas comunes. También formar parte de nuestro proyecto educativo la relación con el entorno social y natural: promovemos una actitud responsable del medio ambiente, la vida saludable, la capacidad de goce y de encuentro con el otro diverso. Proponemos como valores fundamentalesla autoestima y la dignidad humana; la empatía y la valoración, respeto y cariño por la diversidad; la iniciativa, la solidaridad y la justicia; la verdad, la libertad y la vida. Nuestros contenidos deberían ser la convivencia con otros y otras, el cuidadode nuestro entorno, nuestra historia personal y colectiva, nuestras manifestaciones culturales, la participación, el protagonismo y la transformación social, la relacionesde género, los derechos de la infancia y juventud... la vida cotidiana de las familias y de la comunidad. Los discursos que no deberían tenercabida en nuestro proyecto son aquellos que determinan negativamente al ser: no puedes, no tienes capacidad, no sabes. Reconocer en todos y todas los y las participantes saberes y capacidades que surgen desde la experiencia particular de cada persona. Estamos convencidos que todos y todas estamos en constante proceso de aprendizaje.
Las estrategias de aprendizaje que proponemos:
Educar desde las experiencias concretas, promoviendo el contacto afectivo y sensorial, contacto natural, contacto cognitivo y creación colectiva.
Incentivar el pensamiento creativo, divergente, que desde lo afectivo y el contacto natural se abra al aprendizaje cognitivo y la creación.
Incentivar actuar como sujetos de nuestra historia, para construir colectivamente formas de relación y de convivencia más dignas y justas.
Ponemos a consideración la educación popular y sus contenidos de promoción social y transformación:
La educación popular no tiene que ver sólo con el sujeto de la educación, que son los pobres; sino también con los contenidos, que parten de su cultura y sus necesidades; con su objetivo, que es construir una sociedad donde termine la marginación y la exclusión; y con su metodología, que busca crear mecanismos de diálogo y participación democrática.